Comunicado del Gobierno: Colapinto llegó al país, quiso girar en el Gálvez y no lo dejaron

Mientras se desarrollaban los ensayos de pretemporada de la Fórmula 1 en Bahrein, el argentino Franco Colapinto arribó al país para cumplir con una serie de compromisos comerciales.

El piloto tester de la escudería Alpine se hizo presente el pasado jueves en el “Oscar y Juan Gálvez” de Buenos Aires, a fin de grabar unos comerciales para una empresa de medicamentos.

Lo llamativo resultó que, luego de esa actividad, trascendió que el joven pilarense fue impedido de poder girar en el trazado porteño con un auto particular, apuntando que no disponía de la documentación correspondiente.

Ante dicha situación, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires emitió un comunicado en las últimas horas aclarando lo sucedido y los motivos de dicha negativa.

EL COMUNICADO:

“El pasado jueves, el piloto Franco Colapinto ingresó al predio del Autódromo de la Ciudad a las 9.45 hs.

Su presencia en el lugar estaba vinculada a la contratación efectuada con el objeto de utilizar los boxes 10 al 18, la calle de salida de boxes, la recta principal, el playón bajo y espacios de uso común. Todo ello exclusivamente reservado para la filmación de un comercial de un producto médico de venta libre.

Es de destacar que el uso de los espacios señalados solo seria para imágenes estáticas y que el organizador se obligaba a respetar lo convenido en las cláusulas correspondientes del contrato. Nunca figuraba en la misma la utilización de la pista.

Siendo las 18.50 hs, con condiciones climáticas de lluvia, que se dio prácticamente durante toda la jornada, se advierte la preparación de un vehículo marca VW Scirocco de la escuela para pilotos que resulta inquilina en este autódromo.

Ante tal circunstancia, personal de seguridad se acerca para averiguar que estaba ocurriendo e integrantes de la escuela señalada y personal de la productora comentan que darían unas vueltas por el circuito.

Advirtiendo que la pista ya se encontraba cerrada, que no existían servicios de ambulancia, bomberos ni rescatistas (todos ellos necesarios para brindar la debida seguridad en las pistas de este autódromo), y que a ello se sumaba la lluvia constante e intermitente que se había dado en las últimas horas, y como consecuencia de ello la visibilidad había disminuido sensiblemente, no era seguro circular por la pista.

Se sumaron además otras dos circunstancias. Por un lado, debido al evento masivo de carnaval a desarrollarse los días 1 y 2 de marzo, en la pista había estructuras de escenarios, vallas y personal trabajando. Lo cual convertía al autódromo en un escenario peligroso para llevar adelante la actividad que se pretendía realizar.

Por otro lado, para poder “salir a pista” de forma segura, circunstancia que las autoridades de este Autódromo bregan todos los días, cuidando no solo el recinto sino también a los pilotos que aquí desarrollan su deporte, se deben cumplir con determinados requisitos entre los cuales todos estaban cubiertos excepto los siguientes:

 -Firmar una declaración jurada asumiendo libremente la totalidad de la responsabilidad por lesiones y/o los daños y perjuicios que dicha actividad pueda ocasionar sobre su persona y/o bienes.

-Poseer la indumentaria y elementos necesarios, así como adoptar las medidas de seguridad exigidas para el desarrollo de la actividad automovilística.

-Poseer el subsidio expedido por la Asociación Argentina de Volantes (AAV) para pilotos, vigente durante todo el período en que se desarrolle la actividad en pista. (Seguro de accidentes para dar todo tipo de cobertura ante algún siniestro, cuidando la salud del piloto).

En síntesis, el objetivo de la visita de Franco COLAPINTO a este autódromo nunca fue la de utilizar la pista.

Permitir el uso de la pista en estas condiciones climáticas, de falta de servicios y seguridad, hubiese incurrido no sólo en una negligencia sino también en un acto irresponsable, poniendo en riesgo la integridad del piloto más destacado que hoy tiene nuestro país.  Todo el tiempo el objetivo fue proteger a Franco, poniendo límites al mal uso de su figura con actividades peligrosas sin los debidos cuidados.

Franco Colapinto tiene las puertas del Autódromo de la Ciudad abiertas cada vez que necesite realizar una actividad, pero siempre que se cumplan todas las medidas de seguridad”.

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